Resumen:
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El glaucoma y la degeneración macular asociada a la edad son las dos causas más frecuentes de ceguera irreversible en los países desarrollados. En el glaucoma, se produce una pérdida progresiva en la capa de fibras nerviosas de la retina que se traduce en una pérdida progresiva de campo visual y que en fases avanzadas puede conducir a la ceguera. En la degeneración macular asociada a la edad de tipo exudativo, la proliferación de neovasos en el área macular y la consiguiente exudación y sangrado, pueden comprometer de forma irreversible la visión central. La introducción de los fármacos inhibidores del factor de crecimiento endotelial vascular como el ranibizumab, el bevacizumab o el pegaptanib ha supuesto una revolución en el tratamiento de la degeneración macular asociada a la edad exudativa, permitiendo la estabilización de la enfermedad en un elevado porcentaje de casos. La administración intravítrea de estos fármacos provoca elevaciones de la presión intraocular que en la mayoría de los casos son autolimitadas, pero que en ocasiones pueden requerir tratamiento. Frecuentemente, los pacientes necesitan inyecciones cada 4-6 semanas, con la consiguiente exposición continuada al fármaco y a los breves periodos de hipertensión ocular. Hasta el momento, no se ha evaluado el efecto que estos picos de presión intraocular pudieran tener sobre el grosor de la capa de fibras nerviosas de la retina, así como el posible efecto tóxico directo del fármaco tras las inyecciones repetidas necesarias para el tratamiento. La tomografía de coherencia óptica es un método de no contacto que permite obtener imágenes pseudohistológicas de la retina, el nervio óptico y la capa de fibras nerviosas de la retina. Desde su introducción en la oftalmología, hace aproximadamente una década, su uso se ha diseminado en la práctica clínica y representa uno de los métodos más útiles para documentar y analizar la morfología de la capa de fibras nerviosas de la retina. Los nuevos tomógrafos de coherencia óptica de dominio espectral o Fourier, al aportar una mayor resolución axial (5 micras) con respecto a las tradicionales de dominio temporal (10-15 micras de resolución axial) y una mayor velocidad de adquisición de la imagen (26000 cortes por segundo), permiten detectar cambios más incipientes en el grosor de la capa de fibras nerviosas de la retina. Además, estas características hacen que las imágenes se vean menos influenciadas por los movimientos sacádicos oculares y que la calidad sea mucho mejor...
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