Resumen:
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La minería genera importantes afecciones sobre el medio ambiente, sobre todo porque sus escorrentías suelen contener altas concentraciones de sedimentos. La contaminación asociada puede ser química o física, siendo los drenajes ácidos los más estudiados. Sin embargo, la contaminación física debida a escorrentías mineras ha recibido menos atención. Cuando la minería coexiste con otras fuentes de sedimentos, es preciso adquirir una amplia comprensión del conjunto de procesos de erosión y de transporte de sedimentos. Se supone que todos estos impactos de raíz hidrológica y erosivo-sedimentaria deberían evitarse con buenas prácticas de restauración minera. No obstante, son numerosos los trabajos que demuestran los fallos recurrentes del método más ampliamente usado: sistemas talud-berma, o terrazas. Y por ello ha surgido la restauración geomorfológica, basada en diseñar y construir geoformas naturales, estables y funcionales, organizadas en cuencas hidrográficas...
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