Resumen:
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Se ha hablado extensamente acerca del problema de la sobreexposicio?n actual del individuo a ima?genes violentas, y de la posibilidad de que este hecho acabe por mermar la conmocio?n de e?ste respecto a ellas; de que la pantalla, como creadora de realidades, termine por banalizar el horror al mismo tiempo que lo muestra. Este hecho, por otro lado, se ha dado ampliamente en el cine y, sin embargo, la atencio?n rara vez se pone sobre este campo. Por otro lado, raro es, asimismo, el an?o en que no aparece en cartelera otra peli?cula sobre el Holocausto, la guerra civil espan?ola, el re?gimen nazi o la esclavitud negra en Ame?rica. Estas piezas, inevitablemente, calan en el espectador y dan forma a su entendimiento de los hechos histo?ricos representados. Sin embargo, ¿que? tan exactas son dichas representaciones? ¿en que? medida no trivializan el hecho en cuestio?n? ¿cua?l es la posicio?n del espectador frente a este desastre? Este texto supone una investigacio?n en torno a e?stos y otros interrogantes.
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