Resumen:
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Las palabras de Nadia Murad resuenan allí donde tienen cabida; ensordecen, retumban, se elevan y entran en tu interior para curvarte. Parecen sacadas de un cuento de terror, de un pasado lejano, oscuro e inerte, pero la realidad-a veces más de lo que desearíamos-nos sacude. La historia de Nadia, Premio Nobel de la Paz en 2018, al igual que la de miles de mujeres yazidíes, se remonta a un agosto de 2014 cuando el grupo terrorista Dáesh, una vez conquistado Mosul, penetró hacia los territorios del norte de Irak. En un avance inexorable, los integrantes de Dáesh fueron especialmente despiadados con los yazidíes, colectivo etnoreligioso perteneciente a la población kurda y que cuenta con raíces preislámicas. Son, por tanto, una minoría dentro de otra minoría.
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