Resumen:
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La emesis por quimioterapia sigue siendo uno de los principales problemas que presentan los pacientes oncológicos y que puede afectar significativamente a su calidad de vida. La emesis anticipatoria es una respuesta aprendida a la quimioterapia que, según los estudios de Morrow, Roscoe, Kirshner, Hynes, y Rosenbluth en 1998, ocurre en un 25 % de los pacientes sobre el cuarto ciclo de tratamiento. Es una respuesta condicionada que aparece en pacientes que han desarrollado náuseas y vómitos importantes durante los ciclos previos de quimioterapia. Roscoe, Morrow, Aapro, Molassiotis y Olver en 2011 señalaban que este tipo de emesis es difícil de controlar mediante fármacos. Existen dos factores que influyen en su aparición: clínicos o farmacológicos, potencial emético, método de administración, número y duración de las sesiones) y psicológicos (nivel de ansiedad previo a la quimioterapia o posibilidad de distracción durante la misma). La Guia NCCN Antiemesis 2015 resalta la importancia de la prevención en cada ciclo de tratamiento. Si aparece emesis anticipatoria el tratamiento se basaría en relajación, desensibilización sistemática, hipnosis e imaginación guiada junto con la musicoterapia, acupuntura y como tratamiento farmacológico se podrían usar benzodiacepinas que añadidas al tratamiento antiemético y al apoyo psicológico, parecen mejorar los vómitos anticipatorios (Razavi et al., 1993; Malik et al., 1995)...
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