Resumen:
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El calendario festivo religioso impuesto a los indios del Virreinato del Perú incluía la celebración del Corpus Christi, en la que participaban activamente, aun cuando no les era permitido un acceso pleno y libre a la eucaristía, desde que en el I Concilio Limense se les prohibiera, salvo permiso de la autoridad competente. El problema inmediato que esta medida conllevaba tenía una importante dimensión argumentativa que pone de manifiesto el Tercer catecismo, traducido al quechua, y que planteaba el problema de cómo defender los beneficios eucarísticos y a la vez vedar la completa participación en los mismos. el presente estudio se dedica en particular al modo en que, hacia 1645, Francisco de Ávila, durante las misas celebradas el jueves y el domingo de ese año, abunda en explicaciones que concilian la paradoja emanada de las restricciones en la administración del sacramento.
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