Resumen:
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Los materiales con los que el hombre construye sus ciudades sufren alteraciones debidas tanto a fenómenos naturales como a la propia actividad humana. Un proceso de observación no exhaustivo ha permitido detectar diversos fenómenos geológicos (algunos bien conocidos, como la meteorización urbana) a los que se han podido sumar otros más insólitos, análogos a los de descamación térmica, sedimentación, flujo glaciar, plegamiento, fracturación, inyección repetida de diques, formación de coladas volcánicas, fosilización e incluso algunos procesos térmicos y biológicos que suceden en las dorsales oceánicas. La eficacia pedagógica de estas observaciones es máxima si se pueden comparar con procesos naturales, para lo que se ha utilizado el montaje de dos diapositivas reducidas en un solo marco.
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