Resumen:
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Hay un desarrollo intensivo de aguas subterráneas cuando se extrae una fracción significativa del recurso renovable interanual de los acuíferos, que, en contrapartida, modifica apreciablemente su régimen hidrogeológico, o causa impactos ecológicos, políticos o socioeconómicos significativos, o se producen cambios importantes en la interacción río-acuífero. El uso intensivo del agua subterránea se está convirtiendo en una situación corriente en muchas áreas del mundo, especialmente en las áridas y semiáridas, y en islas pequeñas y zonas costeras. Existen muchos puntos de vista diferentes y opuestos sobre los asuntos relacionados con el desarrollo intensivo del agua subterránea, y éstos son, a menudo, parcialmente verdaderos. Esto refleja las diferentes situaciones con las que se enfrentan diferentes regiones a causa de sus distintas condiciones climáticas, hidrogeológicas, económicas, sociales y políticas, así como intereses y objetivos diferentes. Por ejemplo, los explotadores de agua subterránea, abastecedores de agua, granjeros, conservadores de la naturaleza, gestores y administradores del agua, y políticos tienen unas posturas muy variadas en relación con el uso del agua subterránea. La gestión de acuíferos explotados intensivamente no sólo contiene aspectos técnicos, sino también económicos, legales, institucionales y sociales, y políticos. Todos son aspectos esenciales y contienen una importante componente local, que hay que tener en cuenta. El uso sustentable del agua subterránea es posible pero requiere una adecuada institución de gestión, la participación efectiva de los usuarios, e información. Se producen externalidades que hay que considerar y compensar.
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