Resumen:
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A lo largo del pasado sexenio, la doctrina neoconservadora se ha convertido en la voz más beligerante contra la política exterior de la Administración Obama. Este artículo se propone analizar el contenido de la crítica neoconservadora, una crítica radical, pues no se limita a un disenso menor en torno a determinadas áreas temáticas o regionales de la política exterior estadounidense, sino que se presenta como un rechazo frontal tanto a sus fundamentos teóricos como a su implementación práctica. De este modo, se verá que el neoconservadurismo continúa firmemente apegado a sus principios, con un discurso que mantiene como eje su particular concepción del excepcionalismo americano. El neoconservadurismo sigue defendiendo la validez de sus ideas centrales y se reivindica como la mejor doctrina de política exterior posible para los EE.UU., la única adecuada para evitar su declive internacional y mantener el ‘orden mundial americano’ en las próximas décadas. Ello nos permitirá observar cómo, pese a su actual falta de influencia política, el mismo sigue gozando de una vitalidad que contradice las recurrentes afirmaciones sobre su desaparición.
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