Título: | La Cuenca de Cameros: desde la extensión Finijurásica -Eocretácica a la inversión terciaria - implicaciones en la exploración de hidrocarburos. |
Autores: | Mas Mayoral, José Ramón ; Benito Moreno, María Isabel ; Arribas Mocoroa, José ; Serrano, Ana ; Guimerà Rosso, Joan ; Alonso Millán, Ángela ; Alonso Azcárate, Jacinto |
Tipo de documento: | texto impreso |
Editorial: | Instituto de Estudios Riojanos (Logroño), 2002 |
Dimensiones: | application/pdf |
Nota general: | info:eu-repo/semantics/openAccess |
Idiomas: | |
Palabras clave: | Estado = Publicado , Materia = Ciencias: Geología: Petrología , Tipo = Artículo |
Resumen: |
La Cuenca de Cameros, localizada en la parte NO de la Cordillera Ibérica, es una de las cuencas que constituyen el Sistema de Rift Mesozoico Ibérico o Cuenca Ibérica. Se formó en el contexto de la segunda fase de rifting intraplaca que, desde el Jurásico superior al Albiense inferior, tuvo lugar cuando Iberia se separó de Europa en relación con la apertura de la cuenca oceánica del Golfo de Vizcaya. Al mismo tiempo se formaron varias cuencas a lo largo del surco Ibérico de orientación NO-SE, siendo la de Cameros la más occidental en el Sistema de Rift Mesozoico Ibérico. El relleno de la Cuenca de Cameros (Titónico-Albiense inferior) corresponde a un gran ciclo o super-secuencia que está limitado por dos importantes discordancias en la base y en el techo. La Supersecuencia o Megaciclo Jurásico terminal - Cretácico inferior se organiza en ocho secuencias deposicionales limitadas por discontinuidades estratigráficas, este registro sedimentario es de carácter esencialmente continental (sistemas aluviales y lacustres) con sólo muy esporádicas incursiones marinas. Hay varios hechos distintivos que la diferencian de las otras cuencas del Sistema de Rift Ibérico: (1) influencia marina muy escasa; (2) retardo ele los procesos de diastrofismo, pues el rifting empezó primero en la parte SE del surco ibérico (Kimmeridgiense en la Cuenca del Maestrazgo) y después se propagó hacia el NO (Titónico en la Cuenca de Cameros); (3) sin embargo, y a pesar de su poslclon interna, esta cuenca fue la más subsidente, registrando el mayor espesor de sedimentos, llegándose a acumular 5000 m de espesor vertical de sedimentos desde el Titónico hasta el Albiense inferior, que representan hasta 9000 m de registro estratigráfico en el sentido de desplazamiento de los depocentros de las sucesivas secuencias de depósito; (4) a pesar de su gran registro sedimentario, se trata de una cuenca sinclinal que, durante su formación, no estuvo limitada por grandes fallas; y (5) esta cuenca es la única entre las cuencas mesozoicas del Rift Ibérico, en la que sus depósitos se han visto afectados por metamorfismo. Se trata de un metamorfismo de bajo y muy bajo grado que, durante el Cretácico medio-superior, afectó a la parte oriental de la cuenca. Su génesis y evolución son explicadas mediante un modelo de cuenca de bloque de techo ( contenida en una falla extensional horizontal localizada en el basamento varisco. La Cuenca de Cameros sería, por tanto, una cuenca de rampa-extensional ( ramp basin.). Las reconstrucciones palinspásticas sugieren que durante la extensión el bloque de techo se desplazó unos 30 km hacia el Sur. Desde el punto de vista estructural, la Cuenca de Cameros, que fue totalmente invertida durante la compresión terciaria, forma parte de una lámina de cabalgamiento alpina que se encuentra desplazada hacia el Norte hasta un máximo de 28 km sobre los materiales terciarios de las cuencas del Ebro y del Duero. Por último, se establecen las relaciones entre los sistemas petrolíferos potenciales del área de Cameros y la evolución de esta cuenca desde su formación y relleno durante la extensión finijurásica-eocretácica hasta su inversión contractiva terciaria, enmarcando estos sistemas petrolíferos en la evolución térmica de la cuenca. |
En línea: | https://eprints.ucm.es/id/eprint/12612/2/Zub%C3%ADa_2.pdf |
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