Título: | La educación en la modernidad: Barroco e Ilustración |
Autores: | Larrión Randez, Benjamín |
Tipo de documento: | texto impreso |
Editorial: | Biblioteca Histórica U.C.M., 2018-10-24 |
Dimensiones: | application/pdf |
Nota general: | info:eu-repo/semantics/openAccess |
Idiomas: | |
Palabras clave: | Estado = Presentado , Materia = Humanidades: Historia: Historia moderna , Tipo = Trabajo de curso |
Resumen: |
La Modernidad manifiesta, respecto a las épocas anteriores, una conciencia de la importancia de la educación. Será el momento del florecimiento de miles de escuelas a lo largo y ancho del continente europeo. Aunque el Humanismo y el Renacimiento, así como la Reforma y Trento, fueron los catalizadores de esta explosión pedagógica, no será hasta el siglo XVII y el XVIII cuando cristalice de forma duradera un proyecto pedagógico de gran calado que se denominó Las Luces. Sus antecedentes más señeros se encontrarán en el siglo anterior, aunque sin desmerecer la originalidad de las formas nuevas de educar que surgirán como la recuperación de la historia como magistrae vitae, la democratización de la alfabetización o el empleo de novelas y cuentos como formas de enseñanza. El siglo XVII viene marcado por dos hechos íntimamente unidos que van a ser decisivos en el desenvolvimiento y nacimiento de la pedagogía moderna. Por un lado, el factor religioso que catalizará las energías espirituales en pos de una re-evangelización de signo católico o protestante, pero que discurrirá necesariamente por la instrumentalización de las escuelas como armas ideológicas. Por otro lado, y a raíz de las guerras de religión, se llevó a cabo la búsqueda de una base sobre la que construir un estado libre de teologías y confesiones específicas. De esa búsqueda, nacerá un lento aprendizaje de la tolerancia gracias a las corrientes naturalistas, encarnadas en los moralistas y el libertinismo erudito. El siglo XVIII, calificado como el siglo educador, nacerá tras la Disputa de los Antiguos y los Modernos, y el triunfo será, sin lugar a dudas, de los Modernos como continuadores de la obra iniciada por Newton y Descartes. Una educación que buscará ser universal y que se valdrá de nuevas formas como la novela, de reciente aparición como género, los cuentos o las nuevas modas en el teatro. El final de siglo supondrá la intensificación sobre los debates y el surgimiento de corrientes heterodoxas que buscarán una nueva educación fundada en filosofías materialistas, con un marcado carácter emancipador y estatalizador. La Modernidad ha tenido a la educación como columna vertebral y sobre la que se ensayaron múltiples formas de hacer al hombre más humano. |
En línea: | https://eprints.ucm.es/id/eprint/49700/7/DT2018-05.pdf |
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