Resumen:
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El presente trabajo está dividido en tres grandes apartados. Los dos primeros corresponden respectivamente a las dos respuestas que de forma sucesiva dieron los dirigentes del INI al problema del cobre. La primera respuesta se caracterizó por una actitud pasiva, a la espera de conseguir el control de las minas de Riotinto como resultado de la presión ejercida sobre la compañía propietaria por los distintos órganos administrativos. De haberse coronado esa operación con éxito, el INI o, en su defecto, una entidad controlada por el Ministerio de Industria, se habría convertido en uno de los principales productores mundiales de piritas. La ausencia de resultados propició que esa opción fuera sustituida, en segunda instancia, por una mayor intervención directa en el sector. En la nueva etapa que se inició en 1951, el INI se aventuró en la minería de la pirita con un plan de conjunto que abarcó no sólo la prospección, sino también los aspectos industriales y de investigación. Con esa finalidad, constituyó una Comisión Gestora con el propósito de encauzar la actividad de una futura empresa PIRITAS ESPAÑOLAS. Abordaré de forma simultánea el análisis de la doble dimensión en que se manifestó el problema del cobre. Por un lado, una dimensión real derivada de la escasez efectiva de cobre que experimentó la economía española en el decenio de 1940. Por otro, una dimensión ideológica que se concretó en los rasgos específicos que convirtieron a la minería de la pirita en un caso singular de la autarquía española. En el tercer apartado, establezco que el balance de la actuación del INI en la minería de la pirita resultó fallido. Se analizan las principales causas a la luz de los cambios operados en el mercado internacional del azufre
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