Resumen:
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La investigación parte de una premisa fundamental: la pregunta por la arquitectura es eminentemente antropológica, ya que apunta hacia el entramado relacional que sustenta la vida del hombre. Preguntar por la arquitectura supone intentar dilucidar qué hace el hombre al hacer arquitectura y, cómo ésta configura sus propios modos del ser. Este aspecto revela la relación estrecha que existe entre antropología, ética y creación arquitectónica. El hombre construye en la medida que se construye, es decir, en la medida en que habita. El modo espacial peculiar que surge de esta relación lo denominamos ámbito. La teoría de los ámbitos demuestra que la arquitectura supera el estrecho marco de la función, la técnica o la simple articulación espacial. Más bien consiste en la integración de diversas vertientes de lo real de modo relacional, lo que da como resultado un lugar de encuentro o ámbito. Además, dicha teoría nos permite dilucidar claramente la diferencia que existe entre conceptos como espacio físico, espacio fenomenológico, espacio de vida, espacio existencial, lugar, ámbito, distinción sin la cual es imposible llegar a comprender la dimensión real de la arquitectura. El análisis de la evolución de los estilos arquitectónicos desde la noción de ámbito pone de manifiesto cómo cada estilo actualiza de un modo especial un aspecto entre otros muchos de la configuración del hombre como ser religado. La arquitectura sacra muestra esta singularidad de un modo excepcional, ya que consiste en una actualización integradora en forma de ámbito que en cada estilo reconstruye algún fragmento del amplio espectro del ser del hombre. Esta aproximación nos avisa sobre uno de los problemas fundamentales del hombre contemporáneo y que la arquitectura sagrada actual ha asumido: la posibilidad de fundar lugares habitables en un mundo absolutamente cambiante y fragmentario que nos habla de nomadismo existencial. El quehacer arquitectónico consistirá en establecer centros existenciales que constituyen el reflejo de la posibilidad de habitar en el exilio
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