Resumen:
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Los estudios sobre determinantes socioeconómicos de la salud se han centrado fundamentalmente en el análisis de los factores de carácter económico, es decir, en las diferencias de salud generadas por los ingresos. Sin embargo, la relación entre los ingresos y las desigualdades de salud parece ser algo más compleja. Como se ha puesto de manifiesto en recientes estudios, la inclusión de los ingresos como factor explicativo de las desigualdades de salud, aunque resulta necesaria, no es suficiente para entender la diversidad y la complejidad de otras dimensiones sociales como la educación o la clase social, que resultan igualmente relevantes en la explicación de estas desigualdades. En línea con este conjunto de consideraciones, el objetivo del presente trabajo se dirige a comparar el impacto de diferentes medidas del estatus socioeconómico (educación, clase social, ocupación e ingresos) sobre la salud auto-percibida (self-rated health - SRH) en las diferentes Comunidades Autónomas españolas, a partir de datos de los Barómetros Sanitarios del Centro de Investigaciones Sociológicas. Adicionalmente, se estudia el efecto contextual de indicadores macroeconómicos, de servicios sanitarios, y calidad de vida mediante el diseño de diferentes modelos de regresión logística ordinal multinivel. Los datos del presente trabajo revelan que, a pesar de que España es un país que goza de una auto-percepción de la salud positiva, se observan desigualdades en la salud a nivel interregional. Si bien en nuestro país no existen grandes diferencias en la salud, los datos ponen de manifiesto que factores socioeconómicos como los ingresos, clase social, la ocupación o la educación pueden tener un importante impacto sobre la salud de los grupos en riesgo de exclusión social. En el nivel contextual, el riesgo de pobreza y el desempleo se encuentran negativamente relacionados con la auto-percepción de la salud de los españoles. Unos resultados que tienen implicaciones muy claras en el reciente contexto de crisis económica. El presente análisis aporta claros indicios de la importancia de tener unas condiciones vitales dignas para poder mantener la salud. Sin lugar a dudas vivir en la pobreza o en una condición de riesgo de caer en un estado de privación material, aumenta la probabilidad de tener una mala salud, y esta misma relación se aplica a la falta de trabajo. En este sentido, es necesario considerar el impacto socioeconómico de la actual crisis económica y los actuales recortes del gasto público en la salud de los grupos más desfavorecidos de nuestra sociedad.
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