Resumen:
|
Es dar a conocer los resultados de una serie de intervenciones arqueológicas llevadas a cabo en los yacimientos romanos del barrio de Sta. María y Puente de la Olmilla, de la provincia de Ciudad Real. A tal fin, hemos abordado de forma integradora tanto el análisis arquitectónico de las construcciones descubiertas, como sus programas decorativos (pavimentos musivos, pinturas murales¿) y otros vestigios de su cultura material, con especial incidencia en los materiales cerámicos y numismáticos. El cuerpo de la Tesis se divide en 23 capítulos y 6 anexos. Como preámbulo, presentamos inicialmente una síntesis de los antecedentes históricos y el sustrato étnico de este ámbito territorial, a la llegada de los romanos. Para una mejor comprensión de ambos asentamientos, previamente esbozamos a grandes rasgos su relación con el medio físico -la edafología, la hidrología, los factores geomorfológicos, climáticos, etc.-, enmarcando de ese modo los enclaves estudiados. En esa línea, también hemos prestado atención a la tradición historiográfica y la evolución histórica de Alcázar de San Juan y Albaladejo, dentro de cuyos respectivos términos municipales se inscriben sendos yacimientos. Igualmente, nos ocupamos de su sistema de comunicaciones, constatando que algunas rutas naturales y caminos protohistóricos fueron reutilizados por el posterior entramado viario romano, auténtica red vertebradora a cuyo alrededor nacieron innumerables núcleos poblacionales urbanos y rústicos. Asimismo, ya que guardan entre sí una coherencia cultural, hacemos un recorrido por otros yacimientos romanos de sus respectivos entornos, con algunos de los cuales pudieron mantener contactos (comerciales o de cualquier otra índole). Nos centramos fundamentalmente en la época tardoimperial de esta entidad espacial perteneciente al conventus Carthaginiensis, por ser su etapa menos investigada hasta el momento. La documentación arqueológica constituye la base primordial de esta Tesis Doctoral, pero, además, hemos contado con las fuentes literarias y epigráficas, junto a la musivaria, procurando en lo posible contrastar la información suministrada por una y otras. Todas esas fuentes de diversa naturaleza nos han permitido un acercamiento al tema del poblamiento rural de las zonas investigadas, en particular, al patrón de asentamiento romano en torno a las villae, que son una de las señas de identidad más evidentes de su romanización. El tipo de asentamiento característico de esta área geográfica parece adaptarse perfectamente a la estructura de la clásica villa rústica tardorromana, lo que no descarta un poblamiento previo, fundamentalmente en época altoimperial e incluso republicana y augustea. Hemos observado que estas villae están distribuidas dentro de una dispersión regular y que la extensión de las unidades de explotación está determinada principalmente por la calidad del suelo cultivable. Los restos arqueológicos testimonian que el área correspondiente al límite nororiental de la actual provincia de Ciudad Real fue habitada con una cierta intensidad durante la Antigüedad Tardía, en contraposición, la suroriental presenta una densidad poblacional menor. En todos estos establecimientos rurales, inclusive en los aparentemente de menores dimensiones, queda patente la abundancia y riqueza del material arqueológico diseminado por su superficie, lo que denota la existencia de florecientes explotaciones agrícolas, centralizadas por edificaciones de mayor o menor tamaño, pero usualmente dotadas de elementos de prestigio, como son los pavimentos musivos. Los numerosos hábitats romanos que hemos detectado a lo largo de una amplia labor de reconocimiento y exploración, fruto de años de trabajo, revelan la total asimilación de la cultura romana en este territorio, su plena incorporación al modo de vida y de producción del Bajo Imperio, siendo un claro testimonio del profundo proceso romanizador sufrido por nuestro ámbito de estudio.
|