Resumen:
|
Una de las reflexiones ma?s presentes en las ciencias sociales en los u?ltimos an?os, precisa la necesidad de explicitar el lugar desde do?nde se enuncian los postulados que el o la autora esta? planteando. Esta necesidad nace desde el conflicto siempre vigente en la epistemologi?a de estas ciencias entre subjetividad y objetividad. La pregunta es que? tan objetivo puede llegar a ser nuestro ana?lisis, cuando de por medio se encuentran toda una serie de vivencias que marcan no solo el a?mbito externo de los feno?menos analizados, sino sobre todo, nuestra propia subjetividad, que es quie?n finalmente construye cualquier discurso, sea este cienti?fico o no. Con esta aclaracio?n de por medio, quiero decir que esta presentacio?n estara? mediada por mi propia vivencia como mujer, lo que conlleva una posicio?n especial y todo lo que como tal, vivi? dentro del Oratorio Salesiano, y tambie?n en las aulas de la Universidad Polite?cnica Salesiana. Creo que la intensidad de lo que vivi?, como adolescente y joven en el Oratorio, dejo? huellas ma?s profundas que la misma Universidad. Sabiendo que, uno de los ejes alrededor de los cuales se articula la propuesta salesiana gira alrededor de la idea de «en el patio, con los muchachos»; mi reflexio?n se construira? alrededor de esta, puesto que fundamental es preguntarse en que? patio y a cua?les muchachos se deberi?a acompan?ar hoy. Por cierto, las muchachas esta?n, hoy ma?s que nunca en los patios antes exclusivamente masculinos, lo que supone un reto au?n mayor.
|